Un
Jardín Botánico es una colección de plantas vivas,
dispuestas de acuerdo a un orden determinado. Constituye una herramienta
irreemplazable en el desarrollo pedagógico y experimental de las
ciencias biológicas, la investigación de los recursos naturales,
la agronomía y el mejoramiento de las cosechas, a la vez que funciona
como un banco de semilla activo; es el reservorio genético artificial
in vivo más importante, complementando la acción de las
reservas naturales e incluso sustituyéndolas en parte cuando éstas
no existen. A nivel general tiene el objetivo de hacer conocer al público
la diversidad vegetal, principal fuente del bienestar humano (en virtud
que las plantas son productores primarios de materia y energía),
e inspirar en el Hombre el necesario respeto por la vida y el medio, único
camino hábil para detener el incesante proceso de degradación
de la Naturaleza, un hecho que se advierte particularmente en
el medio urbano y suburbano de San Luis.
San Luis y la trágica historia de sus árboles
Hasta
hace poco más de dos décadas, la ciudad de San
Luis ostentaba una importante cubierta vegetal en calles y paseos,
la que fue suprimida en gran parte, aduciendo la necesidad de asfaltar
sus angostas arterias y el efecto alergénico de algunas de las
plantas. Así, hoy presenta relativamente pocas plazas públicas,
y sus calles están arboladas con ralos ejemplares, a veces raquíticos,
que hacen añorar los frondosos, añosos pero saludables árboles
que sombreaban las cálidas tardes puntanas.
Los espacios verdes de cierta amplitud son aquí muy raros, lo
cual sumado a las condiciones de aridez, la alta frecuencia de
vientos y las altas temperaturas imperantes en el estío, junto
al incesante crecimiento de la ciudad experimentado últimamente,
hacen imperativo el esfuerzo por mantener y aumentar la cobertura vegetal
de la ciudad.
Debe lucharse entonces por la creación de nuevos espacios
ajardinados, tanto como por la mejora de los existentes y, especialmente,
por la
conservación y respeto por los árboles, arbustos
y hierbas de los mismos, a raíz de los beneficios que reportan
al cada vez más poluído ambiente urbano.
Del
diseño al terreno: problemas y soluciones
El
diseño de este Jardín Botánico se llevó a
la práctica en el predio universitario, sobre aproximadamente
1 Ha., en la intersección de las calles Italia y Ejército
de los Andes, en el corazón de la ciudad de San Luis. Antaño,
en el lugar estuvo emplazada la antigua estación ferroviaria,
lo que ha acarreado no pocos inconvenientes por la presencia de
escombros, ripio, suelo compactado, etc. Además, las siempre
presentes razones presupuestarias impidieron aportar más
que una capa superficial de tierra de jardín, imprescindibles
para el rápido establecimiento del césped.
El agua es provista por uno de los últimos canales que atraviesan la
ciudad. Una cisterna de 25 m3 almacena el agua que es distribuida por aspersión,
en tanto que un sistema de tuberías adicional permite dar riego superficial
a los grandes ejemplares y a los bancales. El césped fue establecido
mediante una siembra inicial, pero luego se ha permitido una progresiva naturalización,
predominando hoy el "pasto bermuda" (Cynodon dactylon), que si bien
prácticamente desaparece en invierno, ofrece la ventaja de su resistencia,
persistencia y facilidad de corte.
Las colecciones están ordenadas en sentido evolutivo, siendo agrupadas
las plantas por su comprobado y/o hipotético parentesco. Es ésta
una disposición muy favorable a la práctica de la docencia y
la investigación, tanto como al desarrollo de las visitas guiadas, en
las que se describe la evolución de la flora. Así, las plantas
vasculares se agrupan en Pinófitas (también llamadas Gimnospermas)
y Magnoliótifas (o Angiospermas); estas últimas se subdividen
en Magnoliópsidas (=Dicotiledóneas) y Liliópsidas (=Monocotiledóneas).
A cada uno de estos grupos le corresponde una ubicación definida en
el terreno. Dentro de cada uno, las familias están agrupadas en órdenes,
y representadas por uno a varios géneros, integrados por una o más
especies cada uno.
La selección de las especies fue realizada según los parámetros
indicados por los requerimientos bioclimáticos (de acuerdo al método
de Walter), por el método de los cultivos índices (desarrollado
en nuestro país por De Fina), por el carácter utilitario más
representativo (en cada caso, el valor industrial, forestal, agrícola,
medicinal, tóxico, etc.), y finalmente por la experiencia local sobre
adaptación. Desde el punto de vista paisajístico, las plantas
han sido dispuestas en lo posible atendiendo a las diversas tallas, formas,
texturas, colores, y combinando las épocas de foliación, floración
y fructificación, constituyendo conjuntos estéticamente armónicos.
Las plantas están siendo identificadas por medio de carteles de aluminio
con caracteres normalizados, grabados en bajorrelieve y lacreados, instalados
sobre soportes de hierro.
El
circuito de caminos está jalonado con pérgolas y
bancos que permiten el descanso del visitante. Un estanque que
recepta aguas pluviales complementa los ambientes recreados.
Un invernadero (en construcción) y un pequeño vivero proveerán
las nuevas plantas necesarias para completar progresivamente las colecciones.